9.2.10

tendrías que verla,
sentada
encorbada, como ayer...

ya no manosea su pelo,
como antes,
como cuando hacía de él
una paja de pelos largos

quieta,
mira, mira la nada
que tampoco la mira,
a la quieta...

con los pies cruzados,
con las manos sosteniendo
su cabeza que cae,
con los pies cruzados,
sin calambres...

y su remera azul
casi desteñida
se asemeja al tono de
sus ojos, empañados
de gente pasar...


estación sin trenes,
si la vieras...
en el banco de roble,
a la espera del
azar

1 comentario:

  1. Literariamente hablando es lo mejor que he leido de estercita.

    ResponderEliminar